Celos.
Ce-los.
Una palabra amarga, pero no puedo evitar pensar en ella, en las peores dos sílabas que jamás se han unido para intentar armonizarse. Pero algo así jamás será armonía, así como tu y yo no lo somos ¿Son los celos expresión de amor? Son los celos el indicio que me dice que me estoy empezando a enamorar.
Suena duro, suena fuerte y revelador. Hace menos de un mes suspiraba por otro, pero así es la vida. Uno no se da ni cuenta, cuando de repente comienza a sonreír con las palabras de alguien. Cuando comienza a imaginar su presencia en las más oscuras de las horas y en los más claros de los días, cuando las palabras que cruzan comienzan a suscitar un latidito en el corazón, haciendo que aparezca una sonrisa y que ruegue para que las palabras nunca dejen de salir, que la conexión perdure.
Celos porque quiero que esa mirada me mire a mi. Quiero ver esos ojos enamorados, quiero ver la cara que pones cuando ves que te hablo, quiero escucharte hablar, sentir tu abrazo protector y ser una extensión de tu cuerpo, especialmente en estas noches de frío y soledad. Quiero tenerte, te quiero querer y quiero que me quieras. Aquí, a mi lado, o allá, a tu lado. Me es indiferente dónde, el todo es poder suspirar por esa sonrisa, y que te des cuenta que me estoy empezando a enamorar. Compartir un café, bailar bajo la lluvia, beber el más dulce de los vinos, mirar en silencio la luna, caminar tomados de la mano escuchando nuestros pasos, mirarte con complicidad, saber que estás conmigo y no te vas de mi lado. No sentir más celos ni amargura por no tenerte, saber que por fin me he enamorado del hombre que es.